La selección boliviana nunca le pudo ganar a la chilena en su territorio, donde jugaron 16 veces entre cotejos amistosos y oficiales. Lo máximo que obtuvo fue un empate, hace 13 años.
Será el primer encuentro clase A que dirija Soria, es decir, entre selecciones mayores y el punto de partida en la Verde del DT, quien de momento lleva el rótulo de entrenador interino, aunque la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) ya tomó la decisión de designarlo titular para los próximos cuatro años (2014-2018).
Con él al mando, Bolivia ya protagonizó el viernes un lance internacional no reconocido por la FIFA, pues se midió con un equipo de división menor, el olímpico de Brasil.
A pesar de esa diferencia, aquel adversario fue de fuste, con jugadores máximo de 21 años de edad, la mayoría integrantes de planteles europeos, que trabaja para ser la selección anfitriona de los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016, donde Brasil buscará alcanzar el único título internacional que le falta.
En ese partido, Soria hizo algunos experimentos; la Verde jugó con línea de cuatro en el fondo y no de tres como habitualmente lo hacía; además, con un medio sector poco poblado para la marca; y aunque puso varios hombres con vocación ofensiva, atacó poco. Todo eso sintió el equipo, que al cabo del primer tiempo ya perdía 3-0. En el segundo se recuperó algo, pero solo le alcanzó para conseguir el único descuento (3-1).
Chile —por lo ya explicado— será esta noche el primer adversario oficial de Bolivia en este nuevo proceso, un rival de bastante cuidado que en la Copa del Mundo de Brasil, jugada a mitad de año, dio de qué hablar al llegar hasta octavos de final, y ahora —conformado por la mayoría de sus figuras— está en plena preparación para ser anfitrión de la Copa América del próximo año, un torneo que aspira a ganar por primera vez.
Se prevé que para hoy, el DT nacional haga varios cambios en la alineación (en la práctica del domingo en Santa Cruz movió la mitad del equipo) y modifique un poco el "dibujo" táctico, con laterales más acostumbrados a esa función de marcar, pero también de proyectarse, y sobre todo con dos volantes de contención —específicos para destruir el juego del rival—, a fin de darle mayor consistencia a la marca en el medio sector.
Soria se convertirá en este cotejo en el trigésimo octavo entrenador de la selección boliviana absoluta, contando desde la participación de Bolivia en el Mundial de 1930, cuando fue dirigida por Ulises Saucedo.
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