Un esguince de tobillo, catalogado como leve por el cuerpo médico de la selección, es lo que sufrió Marcelo Martins el viernes frente a México y que ayer lo tuvo al margen de la práctica del combinado boliviano, que se entrenó a puerta cerrada en el complejo deportivo de Santiago Wanderers.
En la mañana, el "Matador" boliviano, que juega para el Changchun Yatai de China, tuvo reposo, al igual que sus compañeros que solo salieron de sus habitaciones para el desayuno.
El atacante, que la noche del viernes abandonó el estadio Sausalito de Viña del Mar con el tobillo derecho cubierto con hielo, es evaluado cada seis horas por el cuerpo médico del equipo integrado por Carlos Pérez, y el kinesiólogo Rudy Romero, quien lleva adelante los trabajos de recuperación del futbolista.
Si bien todos son atendidos con la misma prolijidad y dedicación, la puesta a punto de Martins era una misión especial para los especialistas y todo parece ir sobre rieles. En un comunicado oficial difundido por Javier Silva, encargado de prensa y logística de la Federación Boliviana de Fútbol, el galeno de la selección, Carlos Pérez, informó que la contusión sufrida por el goleador del equipo, no es de gravedad, pero que se decidió realizarle una radiografía para así descartar una lesión mayor, que le impida trabajar hoy.
Pérez aclaró que el jugador será evaluado hoy para ver si puede ser exigido físicamente como se pretende y que en caso de estar totalmente recuperado estará a las órdenes del entrenador Mauricio Soria, quien espera que así sea para poder definir su formación titular con miras al partido de mañana frente a Ecuador, que es dirigida por Gustavo Quinteros, DT que estuvo en el Sausalito mirando el partido entre México y Bolivia.
Por la tarde, todo el grupo se fue al entrenamiento al complejo de Wanderers. Martins se fue a una sala habilitada en el complejo chileno donde comenzaron a trabajar en su recuperación en base a rayos infrarrojos y pequeñas descargas eléctricas.
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